A medida que se va haciendo cada vez mayor el mercado de las compras online, más y más usuarios recurren a Google o a los comentarios de usuarios en las fichas de los propios productos para conocer la opinión sobre un determinado producto que desean adquirir.
Sin embargo, con las excepciones que haya, honrosas en muchos casos, cuando un usuario busca opiniones sobre un producto que tiene en mente comprar y recurre a Google, aparte de las tiendas que lo venden, la mayor parte de las primeras posiciones están ocupadas por webs de nicho que recomiendan casi siempre productos de afiliación, aquellos por los que la tienda le paga una comisión (casi siempre Amazon), incluso con plugins automatizados que extraen automáticamente la información de Amazon.
En muchísimas ocasiones todos los productos son, según esas webs, chollos, oportunidades que no pueden dejarse escapar, gangas, grandes productos, etc., pero ni los han probado ni se preocupan demasiado, ya que la prioridad es captarlos por Google, posicionando bien la página, y reenviarlos a Amazon, arrastrando con ello la cookie, para poder cobrar por cuantos productos compre este usuario.
No aparecen los dueños de los titulares de la web, ni nada que les saque del anonimato, incumpliendo la ley, e, insistimos, con honrosas excepciones, sin ninguna confiabilidad en lo que recomiendan porque en la mayor parte de las ocasiones ni lo han probado y se basan en las características técnicas o en comparativas extraídas de las fichas, con continuos “click-to-action” para llevar a los usuarios a la tienda y llevarse la comisión.
A medida que los consumidores van tomando conciencia de la escasa credibilidad que tiene muchas de estas webs, buscan marcas informativas de confianza (no necesariamente sólo periódicos; hay excelentes webs que empezaron como blogs temáticos (Xataka y otras, por ejemplo, con excelentes análisis), o redes de blogs, y son ahora una referencia), para encontrar opiniones más formadas sobre productos, lo que abre a los medios y a las webs de confianza otro campo importante de monetización, bien con secciones de revisión de productos (que incluyan enlaces de afiliación, pero cuya selección se haga con criterio profesional) o con verticales.
Uno de los ejemplos más notables a escala internacional es The Wirecutter, propiedad de The New York Times, y que es una referencia en el análisis y recomendación de productos, amén de una importante fuente de ingresos para el grupo de comunicación. En España, muchos medios han creado ya desde hace un par de años sus secciones de análisis, como es el caso de Escaparate, de El País.
En el momento en que Google, en su tendencia de ir cambiando las webs que aparecen en primeras posiciones, y que se han posicionado casi exclusivamente por técnicas SEO y no aportan valor, por otras de más confianza, modifique el algoritmo, esta nueva fuente de ingresos, si se ha ido trabajando previamente por parte de los medios, tendrá más recorrido.